Esta línea apunta a las discusiones acerca de las instituciones como resultado de las acciones e interacciones de los individuos, así como sobre la importancia del lenguaje como actividad social que nos permite, a través de los contextos, reglas y discursos, hacer mundos. Así, se enfoca también en aquellas prácticas discursivas de las que se desprenden prácticas como el arte, la religión, el amor, la amistad, la educación o la política, es decir, la cultura.